Según un nuevo informe del reputado periodista Jacob Steinberg, el Chelsea ha decidido dar tiempo a Graham Potter para que cambie la suerte del club y no quiere decidir su futuro basándose en los dos próximos partidos.

Potter se vio sometido a una inmensa presión tras la derrota del domingo ante el Tottenham Hotspur y admitió que sus resultados con el equipo no eran lo suficientemente buenos.

A pesar de haber gastado más de 500 millones de libras desde el final de la temporada pasada, el Chelsea sigue décimo en la Premier League. Hay supuestos indicios de que el técnico podría ser destituido si pierde el sábado contra el Leeds United en la Premier League y queda eliminado de la Liga de Campeones contra el líder de la ida, el Borussia Dortmund, tres días después.

Los propietarios del Chelsea, Boehly y Clearlake Capital, quieren dar tiempo a Potter, al que nombraron sucesor de Thomas Tuchel en septiembre. Los propietarios estadounidenses eran conscientes de los cambios en la plantilla y de lo abultada que estaba después de incorporar a seis jugadores del primer equipo en enero.

Tras esta mala racha de partidos, pretenden someter a Potter a un proceso completo de preparación de pretemporada en esta ventana estival, remodelando la plantilla y añadiendo a la alineación al delantero importado del Leipzig Christopher Nkunku.

A los dirigentes les gusta el enfoque tranquilo de Potter al frente del equipo y han creado una estructura directiva a su alrededor, que incluye la contratación de dos especialistas en refuerzos que trabajaron con él durante su anterior etapa en el Brighton.

Pero si el equipo no consigue vencer al Leeds United, un equipo en apuros, ni al Borussia Dortmund y la reacción hacia Potter dentro de Stamford Bridge es negativa, los jefes podrían verse sometidos a una presión aún mayor.